Fotografía Claudia Andrea Huizenga
Edición #16 de la revista Bimestral
Macro Natural
POLINIZADORES
Texto: Cynthia Bandurek
Con fotografias de Cynthia Bandurek, Diego Marino, Alejandra Medina y Noam Frischoff.
Desde hace millones de años las plantas con flor y los insectos han desarrollado una estrecha relación que mediada por la co-evolución dio como resultado una especie de engranaje perfecto entre ambos. (Lo mismo ocurre con otros polinizadores como las aves, los murciélagos).
En este proceso de co – evolución, el engranaje y dependencia de algunas especies de plantas con su polinizador resultan sorprendentes.
Hay algunas que atraen insectos con sus ricos aromas, pero también existen flores que producen olor a “podrido” o “cadáver” para atraer a moscas y de esa manera ser polinizadas. Otras generaron mecanismos en su morfología para obligar al insecto a recoger el polen cuando se alimenta del néctar, como ingresar en la profundidad de la flor o generar una estructura que se cierre sobre el lomo del insecto impregnándolo.
Pero sin dudas, los casos más extremos de este proceso se dieron en las orquídeas, que desarrollaron increíbles modificaciones en su morfología y características para convertirse en las reinas del engaño. Un ejemplo de ello es una de las orquídeas cuyas flores imitan el aspecto de la hembra de una abeja como también su olor sexual, atrayendo de esta manera a los machos de las abejas, quienes en el intento de cópula con la flor, la orquídea se asegura su polinización.
Fotografía: Diego Marino
Fotografía: Cynthia Bandurek
Fotografía: Cynthia Bandurek
Fotografía: Cynthia Bandurek
Fotografía: Alejandra Medina
Fotografía: Cynthia Bandurek
Fotografía: Cynthia Bandurek
Fotografía: Cynthia Bandurek
Fotografía: Frischoff Noam