Edición #14 de la revista Bimestral
Reptiles, anfibios y vida Submarina
Fotografía Diego Marino
¡VENENO!
Texto Landy Orozco
Con fotografias de Diego Marino y Luis Díaz Gamboa
Existe la falsa creencia de que todos los reptiles son venenosos y que muchos anfibios al tocarlos, pueden provocar erupciones o afectaciones en la piel. La realidad es que un porcentaje muy pequeño de estos maravillosos grupos animales representan un peligro para las personas.
El veneno es una modificación de la saliva o de secreciones de la piel que ha evolucionado en estos organismos con dos fines: ayudarles en su digestión y como medio de defensa. Ahora, es importante definir el concepto de peligrosidad. La peligrosidad de un animal venenoso estará basada en el grado de agresividad que presenten ante una amenaza y la eficiencia para inocular veneno. Por ejemplo, las coralillos verdaderas presentan un veneno muy potente pero su nivel de peligrosidad es muy bajo ya que no se trata de animales agresivos, las mordeduras de estos animalitos son muy raras y la posición y tamaño de sus pequeños dientes inoculadores, ubicados en la parte posterior de la boca, no les permite ser muy eficientes en este aspecto. En cambio, una serpiente cascabel cuyo veneno puede no ser tan potente o más sencillo de tratar (relativamente hablando) es un animal cuyo nivel de peligrosidad es alto ya que suelen ser más agresivas y su mecanismo de inoculación de veneno es muy eficiente, con colmillos retráctiles posicionados en la parte anterior de su boca.
También se debe tener muy en cuenta que la mayor incidencia de mordeduras ocurren cuando las mismas personas se acercan demasiado a estos organismos y dos son las causas principales: para querer matarlos o hacerles daño o para capturarlos con diversos fines (biólogos, personas con complejo de Cocodrilo Dundee, etc.). Así pues, todos los organismos de este planeta merecen respeto, y los reptiles y anfibios venenosos no quedan exentos, máxime cuando pensamos que dicha característica es una maravilla evolutiva que les ha permitido sobrevivir durante miles de millones de años.
Serpiente bejuquilla marron Oxybelis aeneus
Serpiente petatilla Drymobius margaritiferus
culebra perico mexicana (Leptophis mexicanus)